La radiestesia es una técnica que nos permite detectar el espectro de radiación que emiten los cuerpos (tanto de humanos como de animales), así como las múltiples formas de expresión energética. Esto funciona al encontrar estas radiaciones mediante el uso de instrumentos como las varillas o el péndulo.
Recordemos que nuestro organismo es una esponja que capta y absorbe las radiaciones emitidas por otros cuerpos, así como de las diversas formas de energía entre las que pueden estar la energía sonora, la luminosas o algunas frecuencias determinadas, pero es muy importante recalcar que no solo percibimos con el sonido y la vista, también sentimos con todo nuestro cuerpo.
El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro se encarga de las funciones racionales y el hemisferio derecho de las sensoriales; entre las que se involucran la percepción y la intuición. En la mayoría de las personas predomina la razón sobre las sensaciones, por ello escuchamos mucho acerca del ‘desarrollo del sexto sentido’ para tomar mejores decisiones sobre las cosas y el péndulo es una excelente herramienta para empezar a conectarnos con nuestra energía y con la de otros.
La radiestesia nos permite mejorar la calidad de nuestra vida con tan solo identificar dónde hay una radiación negativa y así poder sanar energías mayormente presentadas como enfermedades o emociones dañinas. Por eso es considerada como una de las muchas medicinas alternativas que realmente funcionan pues busca el problema para poder equilibrarlo mediante las sesiones de sanación.
Recordemos que la Tierra es un planeta magnético el cual genera constantemente fricción, electricidad y descargas electromagnéticas que siempre se encuentran buscando una salida y cómo mencionamos anteriormente somos como una esponja que absorbe todo.
Se dice que lo que se enferma primero es el cuerpo etérico (es dónde se encuentra la energía humana) y posteriormente el cuerpo físico. Por eso es de suma importancia reconocer cuando vibramos bajo y cuidar de nuestras emociones que pueden terminar manifestándose como un dolor real.