Odín y los cuervos

05 | 01 | 2023
Odín y los cuervos

Odín, el dios supremo de la mitología nórdica, es una figura muy importante para los pueblos de la antigüedad. Está asociado con la sabiduría, el conocimiento, la magia, la guerra, la creación y la muerte. Era el más poderoso de los dioses y a menudo se le representaba con dos cuervos a sus lados.

Estos dos cuervos no eran cualquier cuervo. Se llamaban Hugin y Munin y eran los ojos de Odín. Ambos cuervos viajaban alrededor del mundo cada día para recopilar información y conocimiento para su dios. Cada noche volvían a casa para contarle todo lo que habían aprendido. Esto le permitía a Odín conocer todo lo que sucedía en el mundo y mantenerse al tanto de los acontecimientos de los dioses y los humanos.

Los cuervos de Odín también simbolizaban la sabiduría, y servían como un recordatorio constante para los seguidores de este dios, de la importancia de buscar conocimiento y entendimiento.

Desde la antigüedad, los cuervos han sido venerados como símbolos de conocimiento y visión.

Si bien los cuervos se han vinculado con los dioses de todas las culturas, los cuervos de Odín han adquirido un significado especial.

Los cuervos también han sido asociados con la profecía. Se cree que los cuervos pueden ver el futuro y que su presencia es un recordatorio de que el futuro está escrito. Esta creencia se remonta a la Edad Media, cuando se pensaba que los cuervos podían predecir el futuro. También se cree que los cuervos podían guiar a los guerreros a la victoria, y que su presencia era un recordatorio de la importancia de la preparación y la planificación para el éxito.

Es interesante notar que los cuervos son a menudo considerados como símbolos de muerte. Esto se debe a que los cuervos se alimentan de carroña, por lo que los antiguos vieron a los cuervos como un recordatorio de la naturaleza cíclica de la vida y la muerte.

Las banderas vikingas que representaban a un cuervo o con imágenes de cuervos de Odín fueron muy populares. El estandarte del cuervo o Hrafnsmerki en nórdico antiguo, fue un estandarte utilizado por numerosos jarls y reyes vikingos y normandos.

Parece ser que uno de los primeros caudillos vikingos en usar el estandarte del cuervo fue Ragnar Lodbrok. Ragnar y sus descendientes usaban el Hrafnsmerki porque aseguraban descender del dios Odín. En este caso, lo que simboliza el cuervo es la pertenencia de Ragnar Lodbrok y sus descendientes a un linaje divino; al vincularse con los cuervos de Odín y con ello enlazar su familia con el Dios Cuervo.

En las Crónicas Anglosajonas aparece la primera mención de la bandera vikinga del cuervo, cuando los hijos de Ragnar llegaron a Wessex en el 878 DC.

Según los Anales de San Neot, el estandarte del cuervo era portado por el Gran Ejército Danés que llegó para conquistar y saquear Inglaterra. Los anales indican que la magia y brujería pagana fue empleada por las hijas de Ragnar Lodbrok para crear esta bandera vikinga, que quedó confeccionada en medio día.

Parece ser que los guerreros vikingos creían que iban a resultar vencedores si el estandarte ondeaba y se agitaba al viento, mostrando al cuervo aletear alegremente sus alas. Si, por el contrario, el cuervo permanecía inmóvil, indicaría una derrota y las tropas vikingas procuraban no luchar, una vez más los cuervos de Odín y la batalla van de la mano.

Ya hemos comentado que el cuervo en la mitología nórdica es, básicamente una representación de Odín dios de los vikingos.

Para la cultura celta, el cuervo era la representación de Morrigan, diosa celta de la guerra, la muerte y la destrucción, y en numerosos relatos y leyendas celtas se ensalza la inteligencia del cuervo. Es curioso, coinciden la simbología del cuervo para vikingos y celtas, tal vez debido a un culto común ancestral a este animal totémico, que posteriormente daría paso a la mitología vikinga y a la celta.

Para otras religiones, especialmente en la Europa Septentrional, el significado de los cuervos, como el de los lobos, es siniestro y maléfico. El cuervo, el lobo o el carnero negro están vinculados a lo diabólico y malvado, al demonio.

¿Y tú qué opinas de los cuervos?

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